sábado, 18 de agosto de 2012

SUMISIÓN O REBELDÍA


Cuando no se cubren las necesidades primarias, a cada persona se le abre, a veces inconscientemente, dos disyuntivas: someterse aún más, hasta pedir caridad, o buscar con otros los motivos de su situación, activarse y empoderarse para combatir las causas que están fuera de su control personal. Hay una salida que le lleva negarse a si mismo y a someterse, otra a rebelarse y construirse junto a otros.

En esa situación están hoy millones de personas en España y Europa, en esa incertidumbre. Los referentes políticos y sociales de estas dos posturas eran antes la derecha o la izquierda, pero esas palabras han perdido sentido de ubicación para esa disyuntiva porque aún están identificadas en España con PP y PSOE, y los dos han pedido y piden sólo votos, confianza y, en definitiva, sometimiento. Es lo que necesitan de los ciudadanos para, a su vez, someterse ellos a poder omnímodo superior.

Los referentes sociales de una alternativa a la sumisión en la que vivimos como trabajadores o consumidores sin derechos o ciudadanos sin democracia, están en los movimientos sociales, en las luchas de los afectados por la hipoteca, nacidos o no del 15M, en el SAT, los yayoflautas, etc. Salvo las luchas mineras, las tibias protestas y movilizaciones sindicales por los recortes no van a conseguir inquietar a los que deberían ir dirigidas. Hay quien dice que sólo tratan de cubrir el expediente. La imagen de sus dirigentes recibidos por el monarca o la Merkel entraría dentro de ese guión de marketing en provecho de los que salen en la foto. De todas formas la solución no es no apoyarlas sino acrecentarlas en participación ampliando sus objetivos.

En la escena política, lo que tenemos es casi un erial en los partidos tradicionales de izquierda. IU no encuentra el mapa para situarse donde muchos ciudadanos esperábamos, ni ayuda, encontrándose con otros, a que nazca un movimiento unitario, ciudadano, pero anticapitalista en los objetivos programáticos y en los hechos, uniéndose a las numerosas propuestas personales y colectivas que se están tejiendo.

Personalmente, dada la importancia que esta sociedad otorga a los líderes, creo que los referentes actuales de lo necesarios son Gordillo y Anguita. Me gustaría un Gordillo que fuese más Anguita, o un Anguita que fuese algo más movilizador de masas a la acción, aunque ni por su edad ni su carácter le es exigible nada más de lo mucho que ha dado. Pero más que un líder perfecto, lo que me gustaría de verdad es replicar por cientos de miles a los referentes de honestidad y claridad de ideas que la gente necesita. Para ello tienen que dar el paso ante los medios de comunicación los muchos que ya lo son, algunos sin saberlo y sin creerse tales. Sólo así otros, cualquier ciudadano, se puede convertir en protagonista de su propio cambio dentro de una mayoría que ha dejado de ser masa resignada.

Entonces seremos imparables.

No hay comentarios: