domingo, 17 de junio de 2012

UN MOVIMIENTO CON MUCHOS REFERENTES

Participé muy activamente en el proyecto político que se llamó CONVOCATORIA POR ANDALUCÍA al que Julio Anguita se refiere en su anuncio de estar dispuesto "a ser referente de un movimiento político para cambiar España". Fue una experiencia que alumbro el nacimiento de IU a nivel nacional basada en la apertura a todos los que, ante la experiencia frsutrante de los gobiernos socialistas, quisieran contribuir a hacer realidad la democracia participativa como instrumento de trasformación política y social.

Lo que entonces era necesario es hoy urgente. Lo que ayer se frustró hoy no debemos permitirlo, al menos por las mismas razónes. Estas fueron la ausencia de cultura de la participación política real en las grandes capas de la izquierda social, que siguió confiando en el felipismo diez años más. El abandono de la elaboración colectiva por muchos de los que llegaban a las instituciones dando a entender que aquélla era sólo la excusa. Como acaba de ocurrir ahora en Andalucía, tampoco entoces la teoría programática vinculó a la práctica política. Por último, en definitiva, murió poque los aparatos partidarios se impusieron a la ciudadanía y a las bases que acudieron ilusionadas a apoyar un proyecto que creían les pertenecía. Esta situación la viví en una ciudad, Córdoba, en la que gobernábamos y en la que durante un año fui responsable de Política Institucional. Atrapado entre los cargos y el resto de responsables, me fue imposible, aunque hubo éxitos concretos, establecer la coherencia que predicábamos. Los cargos terminaron siendo el único objetivo de los que me rodeaban, es decir su conservación o su relevo, por lo que mi trabajo carecía de sentido y lo abandoné.

Sé la desazón que vive Julio desde el fracaso de un proyecto que no era sólo suyo, pero que sólo algunos hemos vivido con la misma frustración y por las misma razones. La pregunta que me hago es si el apoyo explícito a ese movimiento que ahora debe nacer, además de por compromiso con sus inmutables ideas, es, más o menos conscientemente, un último intento de que el PCE e IU puedan ser rescatados para la coherencia con esas ideas. Julio es, cada cada vez más, un verso suelto, dentro de IU orgánicamente, pero, como demuestran sus pronunciamientos, muy lejos en la realidad.

Me lo pregunto porque el movimiento está en gestación desde hace tiempo y somos muchos los que estamos impacientes por romper la dinámica de prácticas políticas que impiden que nazca. Sé que habrá debate en IU, uno más. Peero ocurra lo que ocurra, sé que no mueve otra intención a Julio que facilitar ese parto con su relevancia personal, por ser un referente ético para muchos ciudaanos. Pero, a partir de ahí, debe estar claro, para tantos que han vivido a su reparo, que este niño no tiene padre conocido, que será fruto de muchas semillas y que esa debe ser la garantía de que cumpla con fuerza la misión que debe cumplir. DEberían desde el pricipio abstenerse los que quieran que lleve sus apellidos.

Necesitamos poder político para hacer lo que el pueblo quiere que sea hecho, Pero ese poder debe ser el reflejo del poder social, del cambio de conciencia social que habremos producido entre todos los que construyamos la herramienta destinada a ser útil a la inmensa mayoría de los ciudadanos.

Este movimiento necesita muchos referentes, ojalá que fueran muchos millones de ellos. Son importantes personas como Julio, como Sampedro, Taibo, Vicent Navarro, Arcadi Oliveres, y cientos de personas relevantes en la economía crítica, la cultura, la solidaridad, etc. Pero también lo son ciudadanos que se fajan en las empresas, en las minas, en los desahucios, en las plazas, en los colegios, en los hospitales. Son muchos nombres, pero como no quiero dejar de poder un ejemplo, me acuerdo de mi amigo Jose Coy.

Sé que Julio no quiere ser líder, sino miembro, de un movimiento de líderes. Un movimiento abierto de personas de mente abierta y corazón generoso.

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