Antes de ver "gobernar" a Rajoy, fruto de la frustración causada por ZP, fruto de la desesperación, de las ansias de salir a cualquier precio, del marketing de los políticos, de las trampas para elefantes, muchos incautos han dado todo el poder político a los ya muy los poderosos.
En esta situación se están tomando decisiones que nos hacen parecer colillas ante la escoba del barredero. Esa sensación es la primera que hay que cambiar. No somos colillas camino del sumidero. Dejemos de quejarnos, incluso de indignarnos pues la indignación no es más que un resorte forzosamente temporal que nos puede llevar a dos sitios: la parálisis después del cabreo, o a la acción meditada, coordinada, planificada.
Ellos toman sus decisiones, nada podemos hacer ante eso, que no sea tomar nosotros las nuestras. ¿Vamos a reaccionar? Claro, pero no con la reacción que ellos esperan, sino con la reacción que más los debilite, que más nos construya como cuerpo social poderoso, que más nos acerque a la nueva sociedad que tenemos que ir diseñando entre todos.
El problema es el tiempo, no tenemos mucho tiempo. No lo tienen los que más necesitan de nuestra unión, los más cercanos al abismo personal, ni tampoco podemos dejar que desmantelen lo que nosotros queremos conservar a toda costa, lo que no tenemos dudas de que es parte de la sociedad que queremos: Buena atención sanitaria, buena educación, etc.
No sólo no queremos perder lo que tenemos, queremos mejorarlo, queremos que nuestr@s mejores investigadores se queden porque es nuestra mayor riqueza, nuestro mejor activo para la nueva sociedad. No los queremos parad@s ni infrautilizad@s. Los queremos activ@s para construir su futuro y el de todos. Muchos no están quietos ni dormidos y están siendo artífices de los movimientos que nos tiene que seguir activando cada día con más impulso y mejor coordinación.
Queremos que cada mayor se convierta en un abueloflauta, pero con la flauta que saca las ratas de nuestras vidas. Saben que actuando como lo hicieron, toda su sacrificada vida, vieron nacer amaneceres que ahora languidecen, lo saben porque son sobrevivientes de muchas tormentas, porque creen que de peores han salido, porque no va a dejar a sus nietos solos y sin futuro.
L@s que estamos a medio camino de tantas cosas, l@s que participamos del fin de la noche negra y alumbramos unos años de candiles y fuegos de artificio, estamos interpelados por detrás y por delante, porque se nos derrumba todo, porque tenemos la sensación de no haber hecho nada, aunque no hayamos parado de perseguir sueños.
En definitiva, todos tenemos que activar todos nuestros mejores resortes, tenemos que decidir que nadie decida nada sin nosotros, contra nosotros; tenemos que dejarlos sin legitimidad alguna porque la queremos para nuestros propios planes: Vivir con dignidad.
Urge, en primer lugar construir la herramienta nueva para la nueva realidad. Si es posible con todo lo que ya tenemos, que nos sirva. Nos sirve todo lo que quiera SERVIR, pero nada por separado es verdaderamente útil. Si no la construimos pronto, en una situación de caos y frustración, se abrirían oportunidades a los oportunistas de la catástrofe. Los lobos están al acecho.
Usemos la PALABRA como arma para construir, antes de que ya no sirvan las palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario