martes, 31 de enero de 2012

EJERCER LA CIUDADANÍA

Es evidente que el poder no está siendo ejercido por el pueblo, que muy al contrario se está ejerciendo contra el pueblo.

Es evidente que el responsable último de que ésto sea así es el propio pueblo ya que, de lo que emana de la suma de voluntades de los ciudadanos, de sus acciones y de sus omisiones, de su actuar y de sus tácitas conformidades, no se genera un PODER CIUDADANO al que los gobernantes respeten lo más mínimo.

Es evidente que un gran grupo de ciudadanos estamos en absoluta rebeldía, otros disconformes, otros desconcertados y, por último, otros andan jugando a culpabilizar a unos o justificar a otros, en ese teatro montado por el antes bipartidismo aparente, y ahora monopolio del PP del poder político de las instituciones. Pero el poder real es el del poder económico- financiero global, y, supeditando a éste, el de la plutocracia ancestral española dominadora cultural a través del control mediático y religioso que ejerce la Iglesia Católica. Como símbolo y emblema de este entramado, pero con un poder más real que el que muchos creían, tenemos al monarca en la cumbre de la pirámide.


CONCLUSIÓN EVIDENTE: Tenemos que cambiar para que todo cambie. Tenemos que generar un contrapoder contra el poder del dinero. Tenemos que defendernos generando un PODER CIUDADANO que pare los pies a quienes vienen ganando cada vez más poder y acumulando cada vez más riqueza. Ese poder se construye con unidad, coherencia y determinación. Se construye con protestas y con propuestas, diciendo no a lo que no es justo y razonable y sí a lo que construye sociedad civil, con valores humanos, sociales y liberadores del poder del dinero. Se hace con cada grano haciendo granero, eliminando lo que estorba y divide. Cada ciudadano, cada organización, cada colectivo tiene un deber, una responsabilidad que empieza por saber lo que hay que cambiar. Cada acción u omisión de cada uno de ellos que contribuye a mantener al sistema debe ser eliminada. Cada acción u omisión que construya unidad, conciencia colectiva y participación deber ser fomentada.


A veces me pregunto si contribuyo con estas letras a algo o estaré siempre diciendo lo mismo, a los mismos, a los que no lo necesitan. Pero necesito decirlo...seguir gritando, como cada uno de nosotros en nuestro pequeño desierto, hasta que nuestros caminos se unan y sintamos la fuerza de nuestro PODER CIUDADANO.

No hay comentarios: